Las aventuras de Indiana Jones comenzaron con la búsqueda de un pequeño ídolo de oro en las selvas de Sudamérica. La figura fue diseñada con un rostro horroroso, que produjese terror al verla. El propio Steven Spielberg pidió al departamento de arte que la estatua fuera diseñada de tal forma que pareciera que, ya desde su pedestal, maldijera cada uno de los pasos de los insensatos que se acercaran a ella.

Pero esta pieza se inspira en otras halladas realmente en yacimientos de culturas incas y aztecas. Se basa en la diosa Tlazolterotl, más comúnmente conocida como la diosa de la fertilidad o la diosa de obstetricia, es de origen Azteca, y representa la postura en cuclillas durante el parto. Esta diosa se encuentra dentro de las llamadas Diosas-Madres, que son parte de la mitología de la religión mesoamericana.

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