Cuando Lord Carnarvon preguntó ansiosamente a Howard Carter, incapaz de soportar la incertidumbre por más tiempo, si podía ver algo a través del pequeño agujero recién abierto en la puerta que cerraba la tumba de Tutankhamon, el arqueólogo británico solamente acertó a balbucear: “Sí, cosas maravillosas”. Sus palabras se convirtieron en el mejor adjetivo para describir la tierra faraónica.
Con el mismo espíritu que estos pioneros de la arqueología de principios del siglo XX, los exclusivos viajeros se adentrarán en una de las culturas antiguas más espléndidas de la historia y cuna de nuestra civilización actual. Durante más de treinta siglos se fueron forjando las bases del pensamiento, las creencias, la escritura, el calendario, la medicina o la arquitectura que todavía hoy continúan desafiando el inexorable rigor del tiempo y fascinan al mundo entero.
De la mano del experto en arqueología egipcia Tito Vivas, podrán recorrer sus ruinas desde el enfoque único y exclusivo que ofrece la ciencia de las antigüedades. Jeroglíficos indescifrables en la piedra de los monumentos y escrituras arcaicas sobre papiros milenarios fueron el punto de partida de una aventura que alcanza nuestros días.
En el momento que se atisban las grandes obras en el borde del desierto al coronar una pendiente de arena, o cuando se desciende, de forma privilegiada, hacia otro mundo regido por extrañas divinidades a través de un angosto pasadizo de piedra apenas iluminado por una luz tintineante, las sensaciones más innatas desafían la comprensión del pensamiento moderno. Egipto aleja el horizonte de la lógica, mientras acerca el sentimiento de respeto y admiración.