Florence Nightingale, la enfermera que descubrió su vocación en un viaje por el Nilo

"No sirvo para residente fija de un diván, desearía estar paseando sola por el desierto", escribió.

Florence Nightingale (1820-1910) fue pionera en muchos aspectos de su vida. Fue una escritora, estadista y enfermera británica, y también fue la primera mujer admitida en la Royal Statistical Society

Por una parte tenía una capacidad innata para las matemáticas y, por otra, fue considerada la precursora de la enfermería profesional por su asistencia a los heridos en la guerra de Crimea. De hecho, a comienzos del siglo XX se consideró que la gestión de Nightingale redujo la mortalidad de los soldados heridos del 42% al 2% gracias a sus mejoras en la higiene o reclamando mejoras en el sistema sanitario.

Nació en el seno de una familia acomodada florentina pero pronto decidió que quería ser enfermera, cuando las costumbres de la época dictaban que una mujer no debía estudiar ni trabajar sino dedicarse a su familia, por lo que su vocación le causó varios enfrentamientos con sus padres. 

Viajó por Grecia y Egipto cuando tenía casi 30 años junto a sus amigos, el matrimonio Bracebrige, con quien paseó por el Nilo y visitó los templos milenarios. En Egipto escribió reflexiones sobre su vida, a lo que quería dedicarse, y el descubrimiento de su vocación. A su paso por El Cairo dejó apuntado que "Dios me llamó en la mañana y me preguntó si haría el bien en su nombre, sin buscar reputación".

"No sirvo para residente fija en un diván"

En sus Cartas desde Egipto 1849-1850, Nightingale mostró su pasión por el país de las pirámides del siguiente modo: "Os escribo a toda prisa por culpa de un vapor que zarpa para El Cairo. Nunca iría en vapor por el Nilo (…). Ahora, si me preguntáis si me gusta la vida en el dahabié, debo decir que no soy pájaro de dahabié, que no sirvo para residente fija de un diván. Desearía estar paseando sola por el desierto, husmeando en las aldeas, correteando de aquí para allí y haciendo amistades donde me parezca. Añoro los paseos en asno y me alegro cuando el viento no es favorable y puedo desembarcar. Me llaman el asno salvaje del desierto que olfatea el viento por lo mucho que me gusta escapar de aquí". Al regresar de ese viaje decidió que su vida no pasaría por lo que la convención social estipulaba, sino que estudiaría enfermería.

Fundó su escuela de enfermería en el Hospital Saint Thomas de Londres, actualmente integrante del King’s College de Londres y del Servicio Nacional de Salud. Su trabajo y dedicación habrían inspirado, entre otros, a Henri Dunant, fundador de la Cruz Roja.

Fue conocida como la dama de la lámpara, por las rondas que hacía durante la noche para visitar a los heridos. Su labor le valió el reconocimiento, en 1883, de la Real Cruz Roja que le fue otorgada por la reina Victoria. También fue la primera mujer en recibir la Orden de Mérito del Reino Unido

"Así sufren aquellos que abren caminos; así caen aquellos que se lanzan al vacío; pero tienden un puente para que lo crucen otros", escribió durante la guerra de Crimea. 

Florence Nightingale falleció mientras dormía el 13 de agosto de 1910, a los 90 años, en su casa de Park Lane, en el centro de Londres. El Día de la Enfermería se celebra el 12 de mayo, día de su cumpleaños.