En 1873, Francisco Pascasio Moreno emprendió su primer viaje a la Patagonia, impulsado por un espíritu de aventura y su interés por la geología y la historia natural. Y ya no dejó de viajar por mandato de las autoridades argentinas hasta el año 1896, cuando fue designado perito de la Comisión de Límites entre Argentina y Chile, lo que le valió el apodo de "El perito Moreno". Sus viajes significaron descubrimientos geográficos trascendentales del suelo austral argentino, abriendo nuevos horizontes a la antropología sudamericana.
En esta región todo invita al viaje y basta caminar un poco para alcanzar recónditos escenarios donde se experimenta la sensación de estar absolutamente solo en el mundo. Los irregulares picos del Monte Fitz Roy, las cristalinas aguas del Nahuel Huapi o la extensión de la estepa patagónica, hacen de este viaje una experiencia insuperable.