Los orangutanes eran conocidos por la gente nativa de Sumatra y Borneo durante milenios, formando parte de su vida y su cultura, ya sea desde su mera caza con fines alimenticios hasta rituales religiosos. Cuando los primeros viajeros europeos descubrieron los orangutanes (siglo XVII), no pudieron sino reparar en el extraño parecido existente entre estas criaturas y ellos mismos, lo que hizo que de ellos el trofeo de viaje más codiciado entre las gentes occidentales.
Desde entonces, fueron muchos los que estudiaron estos seres, desde el anatomista holandés Petrus Camper, que observó a estos animales y diseccionó algunos especímenes, hasta los estudios de campo de Birute Galdikas. Sin olvidarse de Jacob Bontius, quien plasmó por primera vez el nombre científico de la especie en una obra escrita.
Para conocer a estos bellos animales hoy en día la aventura lleva al intrépido viajero hasta la isla de Borneo, en la región Indonesia de Kalimantan. Este paraíso, casi virgen, reserva una experiencia de cuatro intensas jornadas de navegación en un pequeño barco entre verdes laberintos de selva primaria. Cocodrilos, monos probostideos, macacos y plantas insectívoras son parte de este auténtico laboratorio de fauna y flora salvaje. El recorrido finaliza en la isla de Java, visitando templos milenarios como los de Borobudur y Prambanan.